La presencia hace unos días del Presidente de la Republica Andrés Manuel López Obrador en Baja California es incuestionable que tuvo fines meramente políticos, vino a acomodar sus fichas en el tablero con miras al proceso electoral 2021, lo que no es criticable y es algo a lo que la sociedad deberíamos estar acostumbrada porque sabemos que todos los actores políticos hacen, lo han hecho y lo seguirán haciendo.
Lo que si le podemos echar en cara es que, al igual que sus antecesores disfraza los objetivos como si fueran giras de trabajo, anuncio de obras e inversiones inauguración de algunas, comunidades y personas beneficiadas etc., es decir lo que les da dividendos políticos y que muchas veces ya estaban hasta programadas Repito esto no es raro ni ilegal.
Por cierto fuentes allegadas dicen vino a dar línea ahora que estarán en disputa el próximo año todos los puestos de elección popular, desde la gubernatura hasta los cabildos y entre otras cosas pidió a Armando Ayala que calmara sus ímpetus pese a que hasta ahora parece ser el favorito en la gran justa electoral….según esto y al parecer no le gustaría como Gobernador del estado.
Solo hay que esperar los tiempos, para saber si Armando Ayala convence al presidente.
Será cierto o no, lo sabremos en los próximos días cuando se deban hacer públicos los nombres de los suspirantes…. mientras ahí se las dejamos.
Regresamos al color Rojo.
Alonso Pérez Rico, Secretario de Salud del estado dio a conocer que muy probablemente regresemos al color rojo en el semáforo epidemiológico a partir del próximo lunes 7 de diciembre, obviamente por el alarmante aumento del número de casos de contagios del maldito bicho llamado coronoavirus2.
Esto significa que volverán a ponerse en práctica medidas para tratar de mitigar la pandemia…sin embargo lo harán tratando de que la economía no sufra otro golpe como el anterior que se perdieron miles de empleos y millones de dólares que genera directa e indirectamente esa larga cadena de industrias que giran alrededor del sector turístico.
Sin embargo no habrá medida que resulte efectiva si la sociedad se niega a participar, como una gran parte de ella lo ha hecho hasta ahora.
No debería ser pero las autoridades tienen que obrar en forma mucho más estrictas, obligar a las personas a acatar las disposiciones, prácticamente a ser ordenadas…si por la buena no ha habido respuesta tendrá que ser por la mala.
Desgraciadamente esto, la desobediencia y el desorden social, es lo que nos diferencia de las culturas orientales y de otras partes del mundo.
Y esto que es nuestra debilidad debería ser aprovechado por las autoridades para hacer de nuestra cultura una fortaleza.
