El morenista Mario Delgado Carrillo, en medio de una aguerrida contienda por la representación de ese grupo político, ha mostrado oficio y estrategias dignas del más experimentado político para vencer a don Porfirio Muñoz Ledo, un viejo lobo de mar.
Pero como dice el dicho atrás de cada gran político hay….otro mejor político, Y en este caso quien creé usted que está cilindrando al moreno, nada y más y nada menos que quién creé usted… El chamuco, el mismísimo diablo baja californiano Fernando Castro Trenti, aquel que primero fue diputado y senador después por el PRI y embajador de México en Argentina en el sexenio anterior.
Sigiloso, a la callada hábilmente se logró colocar cerca de los morenistas que le mueven los hilos al partido, Ramírez, Monreal y Polevnsky.
Esta que es una reyerta abierta y publica ha resultado ser una ventana por donde se asoma la ambición de los líderes más visibles y añejos de otros partidos que les dieron cobijo en esa agrupación política.
Los blanquiazules, que rompieron la hegemonía del tricolor, primero en el estado de Baja California en 1989 con Ernesto Ruffo Appel, luego arribaron a la dirigencia del país con Vicente Fox y al sexenio siguiente con Felipe Calderón, cayeron en los mismos vicios que hoy acusa Morena.
Y antes que todos ellos el PRI que tenía la patente de corzo, anteponiendo sus intereses personales, de grupo y a la misma ideología del partido que al bienestar común como prometieron en las campañas que los llevaron al poder.
Es decir, su deseo de acceder al poder “por el bien común” se torció en el camino y al final con descaro asomaron las verdaderas intenciones de políticos, dirigentes y funcionarios. Sus intereses personales y los de grupo estaban por encima de cualquier otro, lo que los llevó a ser desplazados por los morenos, que igual dicen traer las mismas, el bienestar común.
Es un hecho que las buenas intenciones de quienes arriban a las nuevas dirigencias de los institutos políticos se ven rebasadas por la ambición y la codicia, ese deseo de tener poder y riqueza….y tener cada vez más y más y más.