Hasta las cañadas y riscos que recorre este intrépido y mamífero cuadrúpedo se escuchan las trompetillas pedorras de los directivos de distintos partidos políticos que por varios años se acostumbraron a vivir de las prerrogativas que otorga el gobierno, a través del Instituto Estatal Electoral de Baja California (IEEBC), aparte de imponer a familiares, amigos, compadres y hasta patrocinadores en las candidaturas de lista a diputados locales.
El motivo de su ríspida reacción, es porque la Comisión de Gobernación, Legislación y Puntos Constitucionales del Congreso del Estado -que preside el polémico diputado Juan Manuel Molina García- aprobó de manera unánime el proyecto de dictamen que contiene la iniciativa que reforma la Constitución del Estado y leyes secundarias, que tiene el propósito de eliminar las diputaciones conocidas como de lista.
Pareciera una “jalada” del mismo diputado Molina y de quienes forman parte de la comisión que preside, pero no lo es tanto si se analiza su exposición de motivos: la actual legislación electoral de la entidad contempla a los candidatos de lista, la cual está integrada por personas registradas ante el Instituto Estatal Electoral por los partidos políticos bajo criterios propios, para ocupar diputaciones por el principio de representación proporcional.
Y sigue: la propuesta busca romper con un privilegio del que han gozado las cúpulas partidistas y los dueños de algunos partidos políticos, quienes han aprovechado para ponerse ellos mismos, o han puesto a personas para darles fuero…(ni como desmentirlo, ¿apoco no?).
Otro argumento es que se pretende garantizar que los candidatos que lleguen a ocupar las curules en el Congreso del Estado, sean efectivamente votados por los ciudadanos y lleven todos un porcentaje de representatividad, dejando de lado la práctica de llegar a ser un diputado por “dedazo” o por simpatías políticas, que sólo se “apalanca” de su partido y muchas de las ocasiones sin que la ciudadanía los conozca.
Más aún: que con lo anterior se elimina la posibilidad de que persona alguna que no haya salido a las calles a pedir el voto ciudadano a dar la cara a la población y a conocer las necesidades de su distrito, pueda acceder a una diputación.
Algo mas: “…esta reforma se propone, precisamente, hacer eco de las voces de la ciudadanía que han reclamado y que piden una correcta representación de sus intereses, pues muchos manifiestan no se sentirse representados”, remata el legislador, quien por cierto, él mismo, en ocasiones anteriores ha sido dipuatado de lista, debe decirse.
Lo cierto es que, no son pocos a los que esta iniciativa los pone a pensar a qué se van a dedicar si esta reforma que se plantea a la Constitución del Estado de Baja California se aprueba por el pleno del de la XXIII Legislatura, con la evidente mayoría calificada de Morena, así es que, quienes antes de ser diputados de representación proporcional se dedicaban a vender tamales, chicles, cigarros, tacos, elotes o estiércol para jardinería, más vale que vayan desempacando una vez más sus cachivaches para que vuelvan a su actividad.
La otra alternativa que tienen, es buscar a este borrego -a ver dónde lo encuentran- para que le hagan compañía en su labor cotidiana de ir a chiflar a la loma, en su caso chiflar, porque se me figuara que no saben imitar el balido de este animal.
Hasta hoy es todo, porque el resguardo por el COVID-19 no permite ciertos resbalones y escapadas que en otros tiempos se daba este animal, en sus conquistas sobre las corderitas que encontraba a su paso.
Borrego viejo, pues, que ya no brinca como antes sobre caderas nuevas.(EC).
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