Desde el fondo
Por Aquiles Brinco
“Quédense en casa”. Ustedes, nosotros no
El “quédate en casa” es una frase que el gobierno aplica al vulgo, al ciudadano común y corriente… pero que no cumple la clase gobernante, aquí en la Bella y maltrecha Cenicienta del Pacifico.
El buen juez por su casa empieza, dice un viejo refrán que bien puede aplicarse al Alcalde Armando Ayala Robles.
Por todos los medios pide, exige una y otra vez a la ciudadanía que guarde el confinamiento, que observe las recomendaciones médicas, que haga lo que se tiene que hacer para evitar la propagación de ese mortal virus que nos trae en jaque… y que creé, el mismo no las atiende mostrando con ello desprecio por los empleados del Ayuntamiento y por los mismos ciudadanos.
Decimos esto por dos situaciones que se han hecho públicas: la primera, la boda de su amigo y director de Bienestar Social, Eduardo Vega Zamora, fiesta que logró reunir varias decenas de parejas, obviamente que no guardaron la distancia recomendada entre unos y otros y que mucho menos portaban protección bucal.
Festejo en el que no sólo estuvo presente el edil sino que él mismo los unió “por las atribuciones que le confiere su cargo”…. o sea por sus pistolas.
Este acto “medio multitudinario” sucedió en plena pandemia y que por el peligro consecuente la unidad de protección civil del municipio debió haber cancelado igual que algunos otros festejos que se estaban llevando a cabo en diferentes puntos de la ciudad por el riesgo de contagio que entrañan las concentraciones masivas.
En fin, como siempre aquí no pasó nada y a seguir exigiendo a los ciudadanos que sean respetuosos y ordenados, que se cuiden porque sólo juntos habremos de superar esta situación. ¿Qué ironía, no?
El otro caso es el de los empleados de limpia. Pues resulta que están levantando todo tipo de desechos sin la debida protección en cara y manos. A estas alturas es un crimen mandar a los trabajadores –ellos en especial- a realizar sus labores cotidianas, con el peligro de adquirir el corona virus o cualquiera otra infección.
Qué pues, somos o no somos. !!!Así no se puede¡¡¡
No paran los sucesos sangrientos
Y ya que andamos por los rumbos del bichillo ese creemos que no hay peor virus que la matanza de miles personas que están ocurriendo en nuestro país, eso no lo detiene nada ni nadie.
La criminalidad y los hechos delictivos en todas sus manifestaciones van escalando en forma alarmante en nuestro país y lo peor de todo es que no se ve para cuando vaya finalizar. Tal parece que no la para nada ni nadie… vaya ni el señor lopitos con sus abrazos.
El transporte público
Los concesionarios del transporte público siguen abusando de los ciudadanos, pese al compromiso que con el Ayuntamiento hicieron de modernizar sus unidades en forma gradual y paulatina no sólo no lo han cumplido al 100 por ciento sino que siguen trabajando con microbuses chatarra.
La línea amarillo y blanco incorporó al servicio uno, con el número económico 15, el cual está prestando el servicio con surtido rico de incómodos asientos y con el parabrisas todo, literalmente, estrellado, lo que significa un riesgo tremendo para el operador y los pasajeros.
¿Y las autoridades, los regidores que no han hecho valer ese documento y los inspectores de la unidad de transporte?
Como siempre, impasibles omisas y permisivas.
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