Moches en los tiempos de la 4T

Al parecer continúa la práctica de los “moches” que tanto ha criticado y dice combatir el gobierno de la Cuarta Transformación.

Hay voces que suponen que con la asignación de créditos a la palabra que el propio gobierno de ANDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR decretó y no se diga de los destinados a fondo perdido, proliferan los “coyotes”, esos que ya sea a través de despachos y no pocas cámaras empresariales, se dedican a reclutar a quienes califican para ser beneficiados con estos créditos, obviamente a cambio del “moche” de esos créditos.

Lo peor es que, en esas nefastas prácticas parecen estár involucrados los mismos funcionarios encargados de “calificar” a quienes sí y a los que no pasan la prueba para recibir esos recursos.

Y es que la oferta es tantadora, tanto para los beneficiados como para quienes van sobre “el moche”, sobre todo por los bajos intereses con que tienen que pagarlos y, si son a fondo perdido, pues con más razón.

A saber, por parte del Gobierno Federal, los créditos a la palabra, que por lo regular son de 25 mil pesos a micro negocios con pocos empleados, son pagaderos a dos años, con un interés del 3 por ciento anual; eso se convierte en atractivo para los “coyotes” que acumulan un listado de “víctimas”, a quienes por lo menos le bajan del 10 al 20 por ciento del monto del crédito autorizado y, no se diga de los créditos mayores de 50 mil, 100 mil, 200 mil y hasta 400 mil pesos.

Imagine a un intermediario que por lo bajo “recomiende” a diez clientes en condiciones de calificar para esos créditos; por lo bajo se llevan 50 mil pesos “de barbas” en el caso del 20 por ciento que cobre  en los créditos a la pablabra por 25 mil pesos, sin tener el compromiso de pagar nada, salvo el tiempo que ocupan en “apalabrarse” con determinado funcionario federal o estatal para hacer el trato.

No se diga en los créditos mayores de 50 mil, cien mil o cantidades mayores. Se supone que estos préstamos de ayuda a las micro, pequeñas y medianas empresas los implementó el Gobierno Federal para aliviar un poco el impacto económico que ha dejado la contingencia por el Coronavirus COVID-19, pero por lo visto, ante el poco control que hay sobre ellos, es evidente la prevalencia del nefasto “moche” y no hay quién diga nada al respecto.

Desde los riscos donde se resguarda este cuadrúpedo y cumple con la cuarentena por el COVID-19, se observa la buena intención del gobierno de la 4T de “alivianar el penco” por esta contingencia, es necesario advertir que, hasta donde su vista alcanza, este intrépido animal sigue observando que algo no está funcionando del todo en la estructura del gobierno para que estos créditos sean asignados con la transperencia que el caso requiere o, como se escucha aquí en la “guarida de los leones” o en el rancho de Don Lorenzo: “está bien que chinguen, pero a su madre la respeten”.(ec).

 

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