La Cornada

Foto: Borregos.jpg…Ya trae pandilla el cimarrón

Las pezuñas cada vez más deterioradas de tanto brinco que ha dado sobre el risco este especímen garañón, tras las caderas de sus congéneres femeninas, lograron desenterrar de las rocas algo que llamó la atención: propaganda (o basura) electoral que quién sabe cómo llegó al agreste ecosistema por donde acostumbra hacer sus recorridos este cuadrúpedo.

Resulta que al revisar el contenido de esos papeles, algunos ya manchados de orines y de otros desechos, este pardo animal pudo observar la escasez de creatividad de quienes se erigen como asesores y formadores de imágen de quienes pretenden asumir algún cargo de elección popular, y es cuando echa a volar su imaginación sobre cuánto derroche de recursos se hace en las campañas, mientras que hay sectores -sobre todo en las comunidades rurales- que difícilmente tienen para llevar el sustento a sus hogares.

Pareciera que la mayoría de los candidatos a los diferentes cargos de elección, no atinan a trazar estrategias de cómo aprovechar los medios de información para que sus mensajes y propuestas tengan real impacto y penetración entre los ciudadanos; tienen la equivocada idea de que hay que “ponerse de modo” con los directivos de periódicos, estaciones de radio y televisión y hasta con quienes han creado plataformas digitales y páginas de facebook para sacar raja económica de las campañas.

Ciertamente, los directivos de los medios tienen su imporancia y hay que correr la atención hacia ellos, pero a final de cuentas quienes hacen la “talacha informativa” y la creatividad en los medios, son lo que ellos llaman “la perrada”, como se refieren al ejército de reporteras y reporteros que en realidad son el alma en los medios de información.

No es la primera vez que en las campañas electorales se escuche decir a algunos candidatos y directivos de partidos políticos: “ya me reporté con tal o cual director de periódico, con el gerente de tal estación de radio o televisión, o con el administrador de tal o cual portal de internet o página de facebook y, por lo tanto, la perrada no me interesa”.

Error fatal, porque precisamente esa “perrada”, como ellos le llaman, es la que, en primera y en última instancia, es la que hace el trabajo informativo; los directivos de medios solo supervisan y, en el peor de los casos censuran o cortan espacios donde se debe publicar el contenido de las propuestas de los candidatos.

Si bien es cierto que los directivos de medios dan órdenes a los reporteros de que se dé o no cobertura a tal o cual candidato, sí los obedecen, pero no le ponen la creatividad que se requiere para dar forma y hacer atractivos los mensajes que transmiten o publican; solo cumplen con la orden que sus jefes de redacción, información o directores les dieron y se guardan su talento, que lo hay y de sobra.

Esa es la razón por la que, en esta y en otras campañas, muchos candidatos pasan desapercibidos, sobre todo quienes le apuestan a estar bien con los “jefes” y no toman en cuenta a “la perrada”, que a final de cuentas es la que hace el trabajo y los posiciona bien o mal ante los lectores, radioescuchas, televidentes y cibernautas.

Peor aún, hay quienes se rodean de los que se venden como “expertos” en manejo de imagen, sin que su “experiencia” se vea reflejada en una buena posición de los candidatos que pagan por sus servicios. No es raro ver a esos candidatos rodeados de camarógrafos fotógrafos y hasta de quienes juegan a la reporteada, toman la foto, graban el video, pero no tienen el necesario talento de hacer llegar ese material a quienes realmente les dará la difusión que se requiere y termina en los escritorios de los comités de campaña, para mostrarlo al candidato que pagó por ellos y de ahí no sale, solo ellos saben de su contenido.

Ante esa realidad, vale la pena que los interesados, en este caso los candidatos, vuelvan su mirada hacia la llamada “perrada” y, si son amigos de los jefes, pues qué bien y felicidades por eso, pero no olviden que los jefes no hacen talacha informativa, más bien deshacen el trabajo de quien lo hace y, que conste que se los dice este animal que, aparte de visualizar desde la cima lo que está ocurriendo, se precia de tener una cornamenta bastante abultada, como para dar de topes a quienes todavía no entienden que edificar una campaña y posicionar a sus candidatos, requiere algo más que el derroche de las prerrogativas que el gobierno otorga a los partidos políticos para que cobijen a sus candidatos. ¡que conste!(EC).

 

 

 

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