Ochenta y nueve años implican toda una experiencia de vida. Como individuos, no todos tienen la fortuna de alcanzar esta edad.
Como partido político profundamente ligado a la evolución histórica de la sociedad mexicana, el PRI ha sido determinandte para darle forma al país que hoy somos.
En 89 años hemos tenido aciertos y errores, hemos vivido altas y bajas, hermos alcanzado la cima y hemos tocado fondo.
Hemos abrigado a grandes políticos que nos han llenado de orgullo, y hemos padecido a oportunistas que nos han legado desprestigio y rechazo.
Hemos aprendido de las grandes trayectorias y aportaciones de los primeros y de las traiciones de los segundos. El ejercicio del poder siempre es desgastante, y lo entendemos como un reto para cambiar y para mejorar.
Las grandes instituciones de México son un legado del rostro humano del PRI identificado con las demandas sociales más sentidas de nuestro país. El impulso a las grandes reformas estructurales son un reconocimiento a las exigencia de modernidad y apertura que demanda el tiempo que vivimos. Los compromisos de transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción, son las banderas que enarbolamos en nombre de una sociedad inconforme, que con toda justicia reclama un modelo de gobierno que es tarea de todos instalar y fortalecer. 89 años no han sido suficientes, por lo que anteponemos una profunda reflexión a una merecida celebración.
A 89 años de distancia, el gran reto de José Antonio Meade es su mayor fortaleza. Un ciudadano con capacidad probada en el servicio público ofrece su experiencia, voluntad y amor por méxico, para encabezar el desafío de recuperar la confianza ciudadana. Continuadad si, pero corrigiendo errores, desterrando abusos y rescatando la esencia del PRI que ha sabido ser el impulsor de los grandes logros de México.
Nancy Guadalupe Sánchez Arreondo.
Diputada Federal por Baja California.