Graves violaciones a derechos de menores en albergue Ciudad de los Niños de Salamanca, evidencia juez federal

El DIF tomó el control de 63 niños del refugio ‘Ciudad de los Niños’ ubicado en Salamanca Expuestos a violencia física, sexual y sicológica más de cien niños, niñas y adolescentes a cargo del sacerdote Pedro Gutiérrez Farías; la institución ha tenido respaldo de políticos y funcionarios

Foto de: El Informador

León, Gto. Una denuncia anónima y la resolución de un amparo han puesto en evidencia graves violaciones a los derechos de niños, niñas y adolescentes albergados en la Ciudad de los Niños en Salamanca, dirigida por el sacerdote Pedro Gutiérrez Farías, las cuales han ocurrido con complicidades de autoridades e instancias oficiales como los sistemas DIF estatal y municipal y el Registro Civil. El lugar de acogida ha recibido amplio respaldo de funcionarios y políticos en el estado y nivel federal.

La resolución del juicio de amparo indirecto con número 475/2016-VIII emitida por la juez Karla María Macías Lovera, del juzgado Noveno de Distrito en Irapuato, puso al descubierto la situación que podrían vivir más de cien niños y niñas albergados en las cincos sedes de la Ciudad de los Niños en Salamanca. Según testimonios de los niños y funcionarios que obran en el expediente, es evidente que los menores acogidos han sufrido violencia física, sexual y psicológica que pone en riesgo su integridad, por lo que la juez federal pide que sean reubicados los internos de dicha asociación.

La juzgadora establece que han existido omisiones de las autoridades que han propiciado los posibles abusos. También, en su resolución, pide indagar al Ministerio Público si los apoyos recibidos por la organización a lo largo de los años, tantos de gobiernos como de particulares, han sido utilizados en la mejora de los centros o si hay desvío de fondos.

Según testimonios que se encuentran en el expediente, varios niños y niñas que presentaban huellas de maltrato, dijeron que los golpeaban con un palo y que la monja les había dicho que no lo dijeran porque les iban a cerrar la casa y no iban a tener a dónde ir, pues algunos niños fueron abandonados, otros son menores de edad a los que sus familiares los han internado por falta de recursos.

El expediente cuenta con el relato de un joven que llegó a Ciudad de los niños cuando era un bebé y posteriormente lo mandaron a Ciudad Juvenil, “desde que tengo uso de razón sufrí de golpes con palos, nos hincaban sobre un palo y nos golpeaban, a mí en varias ocasiones Martín me golpeó tanto que tengo varias cicatrices en el cuerpo a causa de sus golpizas y no sólo a mí sino a mujeres y niños también. Recuerdo que en una ocasión hasta a un compañero le quemaron las plantas de los pies; nos encerraban por días en un cuartito de un metro de alto que se encuentra en los dormitorios de hombres, y había veces que metían a varios jóvenes ahí, algunos duraban una semana y sin comer”.

El joven señala que el padre tenía conocimiento de esto, ya que él también llegó a golpearlos, “también sé que abusaba de las niñas, porque se metía a sus dormitorios y se escuchaba llorar a las niñas y ellas después salían corriendo y no querían decir nada. Un día Martín me comenzó a golpear con un palo en la cabeza tan fuerte que comencé a sangrar por lo que salí corriendo, me lanzó una piedra a la cabeza y me caí, después me levantó a puros golpes y yo sangraba aún más de mi herida en la cabeza, me subieron a un carro Martín y otro señor del cual no recuerdo bien su nombre y me llevaron rumbo a Morelia y ahí me dejaron solo”. Los jóvenes declararon que Martín Bermúdez era el encargado del mariachi, coro y banda y quien los reprendía, los chicos lo llaman “El Castigador”.

Otro chico que salió de la asociación dijo un día iba caminando con un amigo por la calle cuando pasó Martín en el carro, se bajó y comenzó a agredir a su amigo, sacó un arma y realizó varios disparos, el amigo se fue a la ciudad de México porque Martín lo amenazó.

Pero no son los únicos testimonios, en el oficio 225/UNIME/2016, agentes de Policía Ministerial de la Unidad de Investigación Ministerial Especializada, informan que maestros de la escuela Caudillos de la Revolución declararon que “en los albergues Ciudad de los Niños, Ciudad Juvenil y Ciudad Infantil, han sido violentados los jóvenes que ahí habitan, lo cual les consta en virtud de que son vecinos del lugar y escuchan llantos y gritos de los menores”.

Una vecina de Ciudad Juvenil declaró ante instancias policiales que “en una ocasión, recuerdo que eran los meses de frío, encontré tirado en los barbechos a un niño golpeado al que llevé a mi casa y ahí estuvo por mucho tiempo, ese niño nos platicó de todos los golpes y maltratos físicos a los que los somete tanto el Padre Pedro como el encargado, Martín Bermúdez Armenta, y a uno le dicen Beto”. La mujer relata que en su casa ha dado albergue a alrededor de 7 a 8 muchachos los cuales salen por malos tratos y golpes muy fuertes, “y yo en diversas ocasiones le he reclamado al Padre y a Martín que porqué golpean y maltratan a los niños y me dicen que no me meta en lo que no me importa”.

El joven rescatado quien también testifica, dice que él llegó a los 5 años, “siempre que me castigaban en viernes y los castigos variaban dependiendo de la falta cometida, en la oficina del Padre atrás de una virgencita tiene una tabla y con ese el Padre Pedro me llegó a golpear en mis piernas y brazos, el encargado, Martín Bermúdez Armenta, en ocasiones a mí y a otros niños nos metían a un cuartito pequeño, en esos lugares nos encerraban sin comer y hubo quienes se quedaron más de una semana. En una ocasión Martín me corrió del orfanato golpeándome y me amenazaba con una pistola. Un día cuando yo tenía 15 años Martín comenzó a golpearme mucho porque me salí a una fiesta y no le llevé comida por lo que fue tanto lo que me golpeó, que me dejó tirado en un arroyo en el cerro y fue cuando una señora de la comunidad me recogió y curó mis lesiones”.

Algunos menores dicen que Martín les pide que se duerman sin ropa, otros aseguran haberlo visto muy tomado, otro más señala que al interior de las casas los internos fuman tabaco o marihuana o toman cerveza.

Una chica de diez años declaró que el padre, “mi papi, me hace cosquillas en las rodillas me las aprieta, o me da una nalgada, no me gusta que me dé nalgadas porque a veces sí me las da fuerte, aunque ya me acostumbré, pero no le he dicho que no me gusta, el padre a todos nos da nalgadas, también a las grandes.”

Otra jovencita de 13 años cuenta que un día jugó al papá y a la mamá, “yo era la mamá y un amigo, era el papá”. Y explica que se juega moviendo su pelvis hacia adelante y hacia atrás, dice que las madres no saben que juegan papá y a la mamá, “pero el papi Pedro sí sabe, porque él también juega, y a mí no me gusta jugar a eso”.

Un joven de 17 años cuenta que él rechazó al inicio los tocamientos del padre Pedro, el sacerdote le dijo “aquí se va hacer lo que yo quiera”, inmediatamente comenzó a ser golpeado por Martín, por varios días. Nunca volvió a rechazar al clérigo. Hay otros testimonios que aseguran que al menos ocho niñas resultaron embarazadas y “desaparecían”, sin que se conociera su destino.

Los mayores aseguran haber visto comida en la alacena, mientras que ellos sólo comían frijoles viejos; los integrantes de las agrupaciones musicales dicen que todas las presentaciones las cobran, pero ellos no ven ningún beneficio.

Las autoridades de Guanajuato asumieron hoy el control del albergue Ciudad de los Niños en la localidad de Salamanca tras las denuncias de presunto abuso sexual y desvío de fondos, informó el Gobierno estatal.

Los 63 niños del albergue fueron puestos a cargo del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia de Guanajuato mediante la Procuraduría Estatal de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes, según el comunicado.

Precisó que se han detectado cinco casos en que se recomienda atención psicológica en tanto que el resto de los niños del albergue serán revisados por un equipo de médicos, psicólogos y abogados para conocer su estado.

La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) señaló al encargado del albergue, el sacerdote Pedro Gutiérrez, y a otros miembros del personal como probables responsables de agresiones y vejaciones a los menores denunciadas en los últimos meses.

“Nuevamente niñas niños y adolescentes son motivo de indignación pública al descubrirse víctimas indefensas de violencia física, sexual y psicológica en el centro de asistencia social Ciudad de los Niños”, denunció la Redim en un comunicado.

Demandó a la Procuraduría General de la República (PGR) atraer el caso para investigar al sacerdote Gutiérrez y al personal supuestamente cómplice de los abusos, e indagar un eventual desvío de fondos recibidos de particulares y de las autoridades.

En 2014, el Gobierno mexicano rescató a 438 menores al intervenir el albergue La Gran Familia en Zamora, estado de Michoacán, operado por Carmen Verduzco, de 81 años de edad y conocida popularmente como Mamá Rosa.

En México hay unos 30 mil niños alojados en unos 879 centros de asistencia, de los cuales solo 9.7% son públicos y 90.3% son privados y sociales, según cifras divulgadas por la Redim.

 

Con informacion de: Informador y Zona Franca.

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