Ondas de choque de baja intensidad en problemas urológicos

Los Doctores Juan C. Gonzalez y Alejandro Lira, urólogos que se colocan a la vanguardia en el tratamiento de este tipo de patologías. En el Hospital Angeles, de Tijuana

En las diversas etapas de nuestras vidas, marcadas por la edad, se manifiestan algunas patologías. En el caso de los hombres tal vez las más significativas sean las urológicas y se pueden registrar después de los 30 años: eyaculación precoz, infertilidad, cáncer de próstata, agrandamiento de la misma y disfunción eréctil (por lo regular, esta, después de los 40 años) son algunas de ellas.

Antes, en la década de los 30 años, comienza a experimentar por lo general el agrandamiento de la próstata (hiperplasia benigna), asintomático hasta que se hace más grave;  igual, de los 30 a los 40 el padecimiento urológico más común es la infertilidad y después de esta edad lo es la disfunción eréctil, padecimiento, comenta el Urólogo Juan Carlos González Valle, que deriva de otras alteraciones orgánicas como la diabetes, hipertensión arterial, arteriosclerosis y/o cardiopatía isquémica.

Juan Carlos González Valle, cirujano urólogo egresado de la carrera de medicina de la Universidad de Guadalajara y junto con el también urólogo Alejandro Lira Dale atienden en el Hospital Ángeles, de Tijuana, las patologías de esta especialidad que van desde funcionales hasta cáncer de riñón, de próstata, de  vejiga, piedras en los riñones en la vejiga, cirugía ambulatoria, circuncisión y vasectomía, todo lo que es el tracto urinario de hombres y mujeres y el tracto genital de hombres.

 

Explican que dentro de su práctica diaria se han encontrado con un grupo de pacientes con disfunción eréctil cuyas causas son muy variables. Alteración orgánica, diabetes, colesterol y/o triglicéridos altos, problemas cardiovasculares u hormonales como disminución en la testosterona, causas que den lugar a los problemas de  disfunción.

 

Pero hay otro grupo de pacientes, también numeroso que no padece ninguna de estas afecciones, sin embargo su función sexual tampoco es normal o satisfactoria.

 

En estos casos puede influir la condición física, el aspecto psíquico, nutricional, emocional o socioeconómico. También tienen que ver malos hábitos alimenticios, o alteraciones del sueño, que no hacen ejercicio, que su ámbito laboral es malo o la que relación con su pareja no es buena.

 

También tenemos otros pacientes con estas patologías pero cuyos orígenes son combinados, es decir entre lo orgánico y lo psicológico.

 

Nos dimos cuenta, comenta, que a todos ellos debíamos ofrecerles algo más y comenzamos a evaluarlos a detalle y los derivábamos con el nutriólogo, el psicólogo, con su perfil hematológico completo y con una evaluación completa sobre sus valores nutricionales.

 

Los especialistas comenzaron a buscar nuevas alternativas de vanguardia, las que están disponibles en el mercado y fue así como empezaron, desde hace unos diez meses a administrar a sus pacientes las ondas de choque de muy baja intensidad, a través de un aparato manufacturado en Israel llamado Renave, y producido por la compañía Tairex, pioneros en las ondas de choque.

 

En urología se aplican desde hace unos 50 años las ondas de choque de alta intensidad para la destrucción de litros intrarrenales, pero hasta hace pocos años se comenzaron a utilizar las  ondas de  choque de mediana intensidad para ayudar los pacientes con problemas de tendinitis (ortopédicos) lo que les ayudó a reducir la inflamación.

 

Posteriormente, cuando se comenzaron también a aplicar este tipo de ondas con transductores  en problemas cardiológicos, se dieron cuenta que favorecían la formación de nuevas arterias y vasos sanguíneos en quienes habían padecido algún infarto, mejorando con ello su vascularidad y su condición.

 

Fue así como esa empresa decidió traspolarlo a la urología, donde se utiliza un transductor a nivel del cuerpo del pene y en el fondo de este, en el periné, para producir esta misma reacción de angiogénesis, (formación de nuevos vasos sanguíneos), pequeños capilares, que tienen la singularidad de mejorar la  oxigenación del cuerpo cavernoso para fortalecer la función eréctil, el mismo objetivo, por cierto, del medicamento oral.

 

La diferencia entre lo que pretendemos ofrecer y los medicamentos, es que estos mejoran el flujo sanguíneo en el momento en que se ingieren, pero cuando pasa la reacción, la disfunción regresa. Y en el caso de la máquina Renova, se pretende dejar un tratamiento, que si bien no  es curativo, mejore la disfunción en forma importante en mayor grado.

Juan Carlos González dice que el problema es serio dado que hay estadísticas que indican que el 30% de los hombres mayores de 40 años de edad registran cambios en la firmeza de la erección y esto hace que posiblemente no sea una disfunción importante pero afecta su calidad de vida.

 

Es importante tomar en cuentan que nuestra población es muy variada, hay quienes con 46 años de edad presentan una disfunción leve y los también mayores de 70 años con un problema importante, no hay grupos homogéneos, asegura.

 

Da a conocer que reciben a la mayoría de los pacientes, pero el que es candidato para tratarlo con la maquina, es el que presenta cierta mejoría con cualquiera de las otras terapias existentes, a las que siempre los sometemos, indica.

Asegura el galeno que si con el tratamiento medicinal hay erección los pacientes tienen mayores posibilidades de responder a la maquinita.

 

Aquel paciente que de plano no tuvo reacción con medicina y en 10 años o menos no ha tenido resultados con ningún otro tratamiento la maquinita tampoco les va a funcionar. Pero tampoco hay garantía plena de que si se tratan con la maquina habrá una reacción plena.

 

El tratamiento se aplica en 4 ocasiones, una vez por semana, pero ha habido quienes desde la segunda vez logran un importante avance en su problema. El tratamiento no tiene contraindicaciones y no es doloroso, es como el toque en un dedo en forma gentil y  muchos dicen no sentir nada.

 

Posterior al tratamiento no hay sangrados ni moretes, ni inflamación es un procedimiento seguro hasta en pacientes con marcapasos, no hay contraindicaciones, reitera.

 

Da a conocer que están tratando en este momento a unos 40 pacientes de los cuales, entre 7 y 10 han regresado a recibir este tratamiento y han registrado una mejoría importante.

 

Sobre el costo del tratamiento dice que es relativamente caro, lo que depende de la estadía del paciente y de su deseo, pero no lo es más que algunas otras opciones, como la implantación de las células madre o la colocación de una prótesis en el pene, tal vez esta la última opción para aliviar casos severos, pero es 5 veces más costoso que el de nuestra máquina de ondas de choque.

 

Por ser una terapia nueva no ha tenido mucha difusión en la sociedad, por lo que anunció que pronto pondrán en marcha una campaña de publicidad en el sur de California y a nivel regional.

 

Nos comenta que cuando llega un paciente no se le recomiendan de inmediato las ondas de choque, incluso si hay un “foco rojo”, como los mencionados al principio, por lo que  antes se sugieren otros tratamientos: inicialmente se ponen en un régimen de dieta, se les recomiendan una serie de ejercicios, les controlamos el colesterol, los triglicéridos y el azúcar y les ponemos testosterona o inclusive, hasta les recomendamos la pastilla azul.

 

A nivel cardiológico se utilizan ondas de choque intermedias, sin embargo nosotros, en Renova encontramos un transductor a nivel lineal por lo que abarca más espacio en el cuerpo cavernoso a diferencia de los que se utilizan en otros lugares.

 

Sobre los implantes dice que es algo que ya no tiene vuelta porque se destruye el cuerpo peneal por dentro al colocar el dispositivo, y asegura que es un adminiculo muy eficiente, producto del avance de la ciencia y la tecnología. Antes, dice, eran bombitas manuales, ahora son digitales.

 

El tratamiento

En un cuarto de exploración física en el consultorio sin necesidad de acudir al quirófano, se coloca el paciente en una posición de litotomía, (igual que la exploración que hacen a las mujeres los ginecólogos) y se coloca el transductor debajo de los testículos.

 

Con la maquina se administran mil 600 golpes a ambos lados del periné por debajo de los testículos y luego colocamos el aparato por encima del cuerpo del pene y se le dan 900 golpes a ambos lados.

 

Desde que inicia el tratamiento hasta su fin transcurren 45 minutos, al término de los cuales el paciente sale como llegó, caminando y sin molestias. No hay ayuno, ni trauma ni hospitalización.

 

Este proceso se repite una vez durante las siguientes tres semanas para completar el tratamiento y los resultados se comienzan a observar dos semanas después.

 

Explica que es un procedimiento práctico, sencillo de administrar que no requiere de personal especializado y es proporcionado por ellos mismos para familiarizarse con la respuesta.

 

Asegura que posteriormente capacitarán personal para que lo lleve a cabo, lo importante, reitera, es la evaluación inicial del urólogo: darle la dieta, terapia en familia, hablar inclusive con las sexólogas y cuando sea adecuado, combinar el tratamiento con la pastilla, con PRP o con células madre.

 

Ellos no son los únicos que utilizan las ondas de choque; se utiliza en España, Brasil y en México se ha hecho con muy buenos resultados en Guadalajara, en Estados Unidos la maquina Renova está en revisión por la FDA.

 

Como urólogo el doctor la recomienda porque es una terapia muy noble y  con el tiempo será adoptada como una opción más por los urólogos para este tipo de tratamiento. No es una maquina milagrosa pero si cumple con el objetivo, mejorar la calidad de vida de los pacientes y su actividad sexual.

 

No es extremadamente caro, y cuando sea una opción real de tratamiento en la mayoría de los urólogos el costo se reducirá, reiteran para concluir.

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